Las múltiples facetas de un traje de neopreno

Aquellos a los que nos gusta el mar y el agua, conocemos bien la utilidad de los trajes de neopreno en la práctica de las actividades acuáticas.

David Meca / Blogspot.com

David Meca / Blogspot.com

Estos trajes nos protegen de los golpes, nos evitan sufrir hipotermias, nos aíslan de las picadas de las medusas y nos dan flotabilidad en la superficie. En días de invierno, como ahora, son una segunda piel que nos permite disfrutar del mar sin congelarnos.

Esta capa insustituible y de múltiples facetas para los amantes de los deportes de agua es también para los más famosos, como David Meca, un soporte sobre el cual exponer marcas y patrocinadores que ayudan a financiar sus iniciativas. La foto adjunta no puede ser más elocuente.

Esta versatilidad del traje de neopreno me permite realizar una aproximación al mundo de la interoperabilidad a partir de las siguientes ideas:

  • Si, haciendo un símil, consideramos que nuestro nadador es un Ayuntamiento, cada vez tendrá que enfrentarse a un mayor número de proyectos de interoperabilidad con diferentes tipos de Administraciones Públicas (sobre todo Estatales y Autonómicas) y a su vez, cada uno de estos proyectos de interoperabilidad tendrá sus propias particularidades. Estos proyectos vienen a ser como los logos de patrocinadores en el traje de la fotografía: cada uno con una marca, un color, un tamaño y una misión distinta, pero todos ellos hemos de “pegarlos” al traje del nadador.
  • Los sponsors (Administraciones Supramunicipales) quieren patrocinar al nadador: los nadadores quieren nadar por el mar para conseguir gestas, y necesitan patrocinadores.
  • Los nadadores necesitan un traje robusto pero flexible, con espacio para todos los patrocinadores, ligero y muy acuático donde poder “pegar” los logos de los patrocinadores.

El nadador, gracias a su traje y a los sponsors, puedn nadar por el mar y así alcanzar sus objetivos planteados.

¿Cómo debe un Ayuntamiento utilizar los servicios de interoperabilidad?

Desde mi experiencia como responsable de soluciones de sistemas de información, he conocido  muchos servicios de interoperabilidad. Algunos de gran valor añadido y otros más discutibles. Algunos ofrecidos sólo por una Administración y otros que tienen muchos ofertantes.

¿Cómo puede un Ayuntamiento utilizar los servicios que se le brindan? En mi opinión, el Ayuntamiento es el nadador que desea nadar por los mares de la interoperabilidad, y en el momento que se lanza al agua se da cuenta que el agua es fría, que hay elementos externos que impiden nadar con facilidad, que cuesta mantenerse y que hay un largo mar por nadar.

Este nadador puede decidir que para un simple  “chapuzón”, con una camiseta donde “pegar” a un sponsor ya es suficiente. Es una opción válida para el corto plazo. Pero si su objetivo es conseguir mayores logros a medio plazo, necesitará un traje adecuado para nadar por los mares fríos y extensos de la interoperabilidad,  en el cual pueda  “pegar” tantos sponsors como desee.

Una vez tenemos el traje ¿Podemos ya nadar por el mar y cruzarlo? ¡¡¡Todavía no!!! Hay que mirar cómo nos queda el traje: si ajusta bien, si se adapta a nuestras necesidades y sobre todo si es lo que necesitamos para alcanzar nuestros objetivos. Es muy importante tener claro cuál es el objetivo de la interoperabilidad: para mí, es el valor añadido que damos a nuestros sistemas de información y por consiguiente al Ciudadano. El objetivo no debería ser integrar por integrar.

En el mundo de los sistemas de información, un traje sería lo que se llama un “bus de integración” o una “plataforma de interoperabilidad” o una palabra similar. Podemos llamarle como queramos pero lo importante es que se adapte a nuestro objetivo de valor añadido.

Existen buses de integración que son espectaculares con unas capacidades tecnológicas increíbles y como bien dice su fabricante, “todo se puede integrar con ellos”, pero ¿A qué coste y cuál será el valor añadido final que obtendremos?

Es tan imprescindible tener un traje como que se ajuste a nuestras necesidades y capacidades. Me inclino por el valor añadido más que por la capacidad tecnológica.

Conecta, la estrategia de interoperabilidad tao de T-Systems

En T-Systems, hace tiempo que definimos nuestra estrategia de interoperabilidad con un concepto llamado Conecta. Como vemos en la figura adjunta, Conecta es el traje necesario para nadar por los mares de la interoperabilidad donde multitud de sponsors pueden poner su “logo”. A la vez, nuestros sistemas se aprovechan del “traje” para conseguir sus objetivos de dar valor añadido en el día a día.

Esquema: Los mares de la interoperabilidad

Esquema: Los mares de la interoperabilidad

El mar es inmenso y podemos pensar que es muy difícil cruzarlo, pero no es necesario que lo hagamos la primera vez. Tengamos un traje que cumpla con lo comentado anteriormente y empecemos con un simple “chapuzón”. Seguro que nos gusta, que nos sentimos cómodos y que querremos plantearnos mayores retos.

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