Queda ya poco tiempo para las próximas elecciones municipales. Como cada legislatura, la Corporación entrante deberá empezar a definir su estructura tanto política como administrativa y perfilar su estrategia para los próximos 4 años. Pero ¿está realmente preparada la Administración Local para la carrera de obstáculos que representa la Administración Electrónica?

Uno de los aspectos más importantes con los que nos encontramos las empresas a la hora de realizar proyectos con la Administración Local reside en la vertiente organizativa de nuestros clientes. Nuestra experiencia nos muestra que existen dos premisas para que los proyectos avancen: un liderazgo fuerte y una organización bien estructurada. Ambas garantizan no sólo la existencia de alguien que represente al interés municipal y pueda movilizar a toda la organización durante la ejecución del proyecto, sino también que a la finalización del mismo se asuma plenamente la responsabilidad de continuar con el trabajo contratado. Así el proyecto se desarrolla más eficazmente, está más controlado y se pueden optimizar los resultados garantizando la evolución del proyecto en el tiempo. En definitiva, se facilita que los criterios, la estrategia y las directrices se canalicen mejor asegurando su cumplimiento.

En portada: ¿Preparados?

En portada: ¿Preparados?

Cada cuatro años, cuando se visualizan las nuevas Corporaciones o se publican sus nuevas estructuras, muchos esperamos ver un reflejo de las necesidades estratégicas en la organización entrante y pocas veces lo percibimos. Porque ¿no es acaso la Modernización un eje clave en una Administración? ¿Y qué decir de la Administración Electrónica? Sin embargo, muchas veces nos encontramos con que no existe un organismo destinado a impulsar estos temas dentro de las entidades por lo que su impulso se hace con gran esfuerzo y con una gran carga de voluntarismo por parte de los empleados públicos.

¿Cuál es el problema de fondo? Simplemente que cuando hay resistencias y alguien tiene que marcar directrices, las personas que asumen el reto no están legitimadas ante su propia organización, por lo que todo se ralentiza, se somete a negociación, y en definitiva se hace con mucho más esfuerzo.

La solución tiene muchos nombres: Departamentos de Modernización, de Administración Electrónica, de Informática y Organización…. Da igual la nomenclatura. Lo que no debería dar igual es que el impulso de la Administración Electrónica, del establecimiento de los criterios de simplificación para la gestión de expedientes, del avance de la gestión sin papeles y del expediente electrónico, de la gestión en base a indicadores, de la normalización documental, de la depuración del dato único, de la atención al ciudadano desde una perspectiva global atendiendo a todos los canales que se puedan establecer… y tantas funciones más estén clarificadas dentro de las nuevas Corporaciones.

¿Y por qué explicamos todo esto? Porque queremos pedir a todos aquellos clientes con capacidad de decidir la futura organización de sus Ayuntamientos o Entidades Públicas que piensen en ello. Que tengan en cuenta que la directriz política siempre debe estar alineada con la estrategia de gestión, lo que implica que debe haber algún Área o Departamento con competencias transversales sobre el resto de la organización que tenga asignadas las tareas asociadas a la Modernización y la Administración Electrónica. Un Área o Departamento con total legitimación y capacidad de decisión. Ésta es una de las claves para, en nuestra opinión, poder llegar a la meta en la carrera de obstáculos hacia la Administración Electrónica.